martes, 23 de junio de 2009

sábado, 20 de junio de 2009

La herencia de un pasado Artista


EL Pequeño Buen Hombre-

Primera parte;


Tropezó en un tejado lejano. Aturdida por el golpe, sentó su enorme falda en aquel nuevo lugar. Le dolía mucho la cabeza, miro hacia los lados preguntándose donde habría aterrizado y cómo había llegado allí.
-Juraría que ya he estado aquí.-dijo Lucy.
Asustada entre lágrimas, lloraba…
Antes de terminar la frase, un pequeño hombre con un sombrero negro y gabardina del mismo color apareció de la Nada.
-¿Por qué lloras pequeña, que te asusta tanto?
Lucy le miro con la mirada de un familiar cercano, no contexto. Su miedo se deshizo entre las lágrimas, y sintió que estaba de nuevo en su hogar.
-Llora si te hace falta, llora todo lo que necesites, estaré cerca si me necesitas.
Ten, esta es la llave de tú nueva casa.
-¿Casa? Yo nunca he tenido hogar, siempre ando por diferentes tejados.
Esta vez es diferente, necesito tú ayuda. Hazme el favor de quedarte, un tiempo al menos, el tiempo que tardes en recuperarte de tu caída.
-Prueba a ver mi hogar, tiene vivos colores azules, rojos, muebles antiguos y una vida llena de misterio y arte. Arte que me robaron hace ya muchos años.
-¿Quién te robo?
-Es el secreto que encierra una vida, o mejor dicho después de una vida.
-¿Quién eres?
- Soy tu pasado y parte de ti, soy tu parte en el arte y la pasión que te mueve a buscar en cada tejado un trozo de ti. Tienes gran parte de ti en este lugar, pasa y describe si es cierto lo que te cuento.
Lucy desconfiaba, entro en el lugar. Su curiosidad como de costumbre le hizo no temer a lo desconocido y probó a entrar por una ventana que estaba justo a las espaldas del pequeño hombre. Una ventana de guillotina blanca, unas cortinas rojas, y en su interior un salón azul cielo y miles de obras de arte.
Lucy, por fin encontró más de una pieza de puzzle, esta vez, en el interior de una casa.
La casa del Pequeño Buen Hombre.
Una vez en el interior Lucy giro su cabeza para darle las gracias al hombre que le había dado acogida en su hogar. El pequeño buen hombre había desaparecido tras de ella, dejándole las llaves de aquella casa que albergaba toda una vida de belleza.

Bruselas

“Para que el arte forme parte de los artistas, de los creadores, para que el arte sea herencia de artistas, por los artistas que ya no están para recoger la cosecha de una vida de trabajo…”

Beatriz Heredia

viernes, 19 de junio de 2009




S. O. SEX y Lucy corre!!!!!

Saltando, saltando, gritando, gritando.
Aquí quien tiene la razón ,¿ el que grita más fuerte o el que en sigilo salta más alto?.
Corría gritando ¡Busco sexo!!!!, y del tejado bajo a buscarlo.
Ya lo tienes. Pero a cambio quiero que te quedes en mi tejado.
No lo entiendo. Tendrás que dejarme marchar, tengo una ruta que seguir. Si te doy sexo quiero tenerte, serás mía.
Quien te explico que el sexo quita tu libertad.
Si me acuesto contigo, muñeca, perderé tu imagen.
No puedo, no soy de nadie, ni mi imagen ni mi sexo me pertenecen. Soy parte del mundo de los pequeños nadas, estos me componen. Mis ropas y mi yo, son de nadie. El pequeño nada lo sabe. Por lo tanto debes elegir.

(...)



La carta absurda

19 Julio 2009

Tres menos cuarto de la madrugada,

Bruselas.

Lo absurdo del amor.

La negación de la afirmación.

Romper a llorar, no llorar, desabatirme por nada.

Seguir en pie, dormir, no dormir…

No levantarme en las próximas veinticuatro horas pensar que lo vivido fue historia pasada.

Vivir para olvidar lo recordado.

Escribir para enterrar, desbordar. Romper, volver a escribir, no tener orden, no tener moral ni ley no tener límites.

No querer. No amar, amar descontroladamente. Olvidar, recordar.

Y volver.

Volver a soñar.

Para seguir.

Un sueño reparador que cure las heridas que deje aflorar lo bonito de la vida.

El frío se mete en los huesos.

El frío del recuerdo que ya anda trasteando los sentimientos, siempre a flor del alma. El alma desolada. Ni beber serviría con este frío no entumecería los sentidos, no haría a penas sí efecto.

Te quiero con todos los sentidos y me desborda la razón que los controlaba. No tolero tanta distancia y no admito tanta cercanía. Te apodarás de mi espacio de mi tiempo, lo rechazo y lo deseo, lo quiero y lo omito.

No te vayas, pero no vuelvas, no vuelvas si vas a irte, porque no tolero no olvidarte.

No quiero tenerte en mi recuerdo, y acabar construyéndote entre fantasmas fantasías que desbordan lo desolado.

Noches de recuerdos noches de soldado. Soldado firme que no deja caer su espada en tierra no quedando abatido por su guerra. Guerra en soledad sin batalla ni enemigos. Enemigos fantasmas, fantásticas fantasías.

No dibujo, no admito. Admito no dibujar.

Decirlo ya es un merito y meditarlo ya es dibujarlo.

Es un fantasma esta fantasía que evoca tu deseo y la negación de una afirmación.

Confesando por todo ello;

Lo absurdo del Amor.

Lucy se encuentra con Paris...

“Lucy se encuentra con Paris”

Iba ella saltando como de costumbre por las tejas de los tejados.

Lucy marcó una ruta hacia París, pensando que así encontraría aquella pieza de puzzle que un año antes había dejado cerca de Trocadero, y había decidido dar por pérdida.

Allí encontraría todo lo que necesitaba y quizás aun le quedaría tiempo para ir a los teatros.

Mientras andaba volvió a caer.

-¡¡¡¡¿Por qué?!!!!, no lo entiendo. Este tejado ya no me gusta, las tejas son pequeñas, mis pies se resbalan, pierdo el equilibrio y no visualizo el horizonte.

Asustada por la caída, no pensó en su dolor y se levanto de golpe. Cuando alzo los ojos se vio observada por otra muñeca similar a ella, de tez blanca, ojos de gato y cabellos anaranjados, esta le tendió la mano preguntándole:

-¿Te encuentras bien?¿Qué haces en mi tejado?.

-Me he caído mientras buscaba la ruta, perdona por entrar así en tus tejas.

-No, no, se bienvenida, en realidad te estaba buscando.

-¿A mí?

-Si hace algún tiempo, me pregunte si tardarías en llegar.

-¿Vas a Paris?.

-Sí, pero ya no puedo ir, estoy herida y debo arreglar algunas tejas que cayeron de mi tejado con la caída.

-Me llamo Aude.

-¿Eres francesa?

-Si soy de un pueblo cercano a Paris llamado Rouen.

-No he oído hablar de él.

-¿Por qué te diriges hacia Paris?.

-Es una larga historia, busco piezas de un puzle.

-Todos buscamos piezas. ¿Qué tiene la tuya de especial?

-Que las que busco, son mías. En realidad me pertenecen.

-¿Tú crees?

-No creo, estoy segura de ello, simplemente me cuesta llegar hasta ellas por ser una muñeca de trapo, el material del que me compongo me da una apariencia frágil, y mis piernas no son demasiado firmes, caigo con facilidad.

-Yo también soy de trapo. Pero me encanta serlo. Respecto a nuestra apariencia, yo pinte mis ojos de gata, de un modo desafiante. Sin embargo tu pintaste tu mirada amplia con ojos saltones que expresan demasiado altruismo.

-¿Puedo quedarme en tu tejado hasta que pueda volver a botar?.

-Sera un placer, aquí tienes Paris hasta que puedas llegar a él. Se bienvenida.

(...)

¿Cómo sabias que buscaba Paris?, No te lo había dicho.

-(Sonríe), se bienvenida.

Los Nadas

jueves, 18 de junio de 2009



Trabajo realizado por Estefanía Pantoja en el curso 2009.
Gran trabajo amiga mia, mil gracias por tú colaboración, indiscutible tú talento.


-Le Petit Rien-



Lucy por los tejados 1.0


A nadie le sorprende una muñeca de trapo
Qué ilusa veíamos a Lucy. Todos se sorprendieron cuando la vieron de nuevo, cayó, cayó, cayó....De un tejado cayó, mientras se equivocaba y probaba a cambiar de teja.
Allí estaban todos observantes , observado. Objetos de sus propias ilusiones, atrapados en ellas inmóviles.
Lucy no pensó y siguió botando. Ella también tenía miedo de su propio camino, pero sentía que los tejados le ayudarían.Le preguntaron, si no prefería andar sobre suelo firme. No respondió.Le afirmaron que no era posible. No respondió.Ella siguió saltando.Salto.
En realidad Lucy es tan sólo una muñeca de ojos saltones, que gritaba y anunciaba que su piel era la continuación de su ropa, que su sexo no era propio, y que no le importaba su destino tan sólo lo que encontraba de camino.
Aquí se presenta Lucy.Seguirá saltando, dentro del mundo de los pequeños nadas.Porque a nadie le sorprende una muñeca de trapo, llamada Lucy.



miércoles, 17 de junio de 2009

"Bienvenidos al mundo de los Pequeños nadas"

"Para los que si creen en el artista, y los excentricos del arte...para todos"

Qué alguien me cuente qué artista era normal, qué artista no es excéntrico...
Si seguramente hay muchos artistas que no lo son y no necesitan alimentarse de la locura ni la excentricidad para trabajar y ser creativo.
Pero yo creo que...
Hay tres caminos para un buen artista:
1º Decidir inventarse un mundo aparte de la sociedad, donde encerrado en si mismo absorba lo que le rodea y lo transforme en otra cosa.
2º Vivir en el mundo real, dramatizar por ello y ver qué hace al respecto...
3º Viajar, sentir, conocer...y al final crear. Crear un mundo naïf, si los viajes son en un crucero, por el contrario si son en patera...
Y 4º...(¿no habíamos dicho 3?...), pues seguir el camino marcado, para poder vivir una vida “normal”, lo que pienso es... que si es un artista real, al final no importa cuándo ni por qué, saldrá de nuevo de ese camino (quizás al jubilarse), pero saldrá.
Obra y espectador son imprescindibles para el susodicho artista, una no se encuentra sin la otra, y al final por mucho que huya de la sociedad necesita la sociedad como cualquier ciudadano de a pie. Su trabajo no es nada sin nadie que lo mire, porque no existe.
La obra se sumerge, se hunde, como el naufrago que sabe que no hay otra persona cerca, y pierde la esperanza mucho antes... Aunque quizás pase aquel bote que le salve.
El artista necesita nutrirse de los demás, de las experiencias, no puede quedarse quieto, no puede parar, se crea la llana ilusión de que un día parará, y cierto, si lo busca lo conseguirá, pero entonces, ya no será lo que era, dejara lo absurdo por lo real, se convertirá en uno más.
¿Quién quiere ser uno más...? A la mayoría, es el sentimiento de soledad lo que nos limita, lo que nos encierra... Lo que nos atrapa en nuestra propia mentira, pero creerla, nos hace estar ilusionados con la idea de que nunca pereceremos si hay algo o alguien para inmortalizarnos.
Resulta que lo efímero puede ser precioso, lo que crece en la adversidad puede ser mostrado como algo único, inigualable, lo mundano, es exótico puesto que creció sólo.
Pero hay una objeción a todo ello, o varias, valga la redundancia. Quien esta dispuesto a vivir en lo absurdo... Quien está dispuesto amar lo mundano, lo efímero... Los más arriesgados diremos, ¿el precio?... A cambio, dejas de las barreras, dejas los límites, y encuentras... ¿Qué encuentras? Las piezas de tu propio puzzle.
Nuestros vampiros nunca mueren... Y son inmortalmente bellos, inmortalmente infelices.
Nosotros morimos, y muchos son obstinados al negar que es precioso vivir un tiempo limitado, un tiempo predestinado. Pero gracias, a nuestra desgracia, muchos valoramos ese pequeño tiempo y lo intentamos transformar en obras, en creaciones. Ellas no morirán por nosotros... Serán inmortalmente el reflejo de nuestro pequeño transcurso, inmortalmente jóvenes como nuestros vampiros.
La magia es nuestra, habita en el ser humano, en la bondad, en el amor, y en la forma de creación, bien sea un ser humano, un acto lucrativo, o una obra de arte.
El que estudia su carrera por amor, hace una obra de arte...
El que disfruta de un momento de sol, crea un momento único, para él.
¿Entonces...?¿Todo el mundo puede ser artista?
Todo el mundo que siente, a cada momento y valora lo que hace, respeta, transforma la vida en una obra de arte... Entonces puedes ser artista sin perder la cabeza... Puede ser, pero nunca dejarás de preguntarte...
Por qué no fuiste artista...
Beatrice Heredia-La Cambre (16-mayo 2008).
Todavía no soy artista...
Pas encore...

miércoles, 10 de junio de 2009

El Baúl de los Nadas

Foto cartel del Baúl de los Nadas "Cortometraje del Baúl de los Nadas"